Partiendo de la base que conocer lo que nos pasa disminuye la ansiedad y que, poner nombre a lo que sentimos es el primer paso para sobreponernos al malestar, te ayudamos a nombrar las emociones que acompañan la pandemia por covid.
¿Qué informa tanta información?
En esta época estamos asistiendo a un bombardeo de información que se caracteriza por lo violento, lo trágico, lo traumático. Es necesario saber que no resulta menor el impacto que el sometimiento excesivo a las noticias televisadas o por redes sociales puede afectar nuestra salud emocional. Hablemos entonces de trauma vicario como el daño potencial que conlleva el consumo periódico y sostenido de información de este tipo sobre nuestro bienestar.
El trauma vicario explicado de forma sencilla resulta de compartir en primera persona la vivencia del daño sufrido por otros. Este síndrome ha sido adjudicado por años a aquellos profesionales o trabajadores cuya labor implica contacto directo con el dolor del otro (médicos, psicólogos, enfermeros, policías, etc). De alguna manera, implica el riesgo de contactar no solo con el hecho que daña al otro sino también con la emoción que el hecho traumático genera en el otro. A tal punto me toca su emoción que es posible que desarrolle síntomas de estrés agudo o estrés post traumático casi en igual magnitud que lo que experimenta la victima directamente involucrada.
En las últimas décadas y sobre todo a partir de atentados terroristas, catástrofes naturales y sucesos de alto contenido violento que han acaparado los medios de comunicación televisiva y las redes sociales (tal como sucede hoy en día, con los terribles acontecimientos sociales que acompañan la pandemia por covid) el trauma vicario, se ha extendido como síndrome al que todo el colectivo social está expuesto con consecuencias no solo en lo inmediato sino también a futuro pudiendo atribuir a la población secuelas traumáticas de magnitud comparable a las que surgen en las víctimas directas de las tragedias.
La sintomatología propia del trauma vicario se corresponde con las vivencias propias del estrés post traumático, como ser: revivir sucesos críticos personales, aparición de pesadillas periódicas, ansiedad, insomnio, falta de concentración y pérdida de motivación e interés por el trabajo o la interacción social saludable. Por ende, medir el tiempo de exposición a noticias trágicas es un factor de protección emocional necesario en estos tiempos en extremo convulsionados.
Psic. Cristina Lasalvia Emergencia Uno
Especialista en Psicología Laboral – Social
Máster en Gestión Humana
