Llamamos alimentos naturales a aquellos que se obtienen directamente de los animales y plantas, como frutas, verduras, legumbres, carnes, huevos, leche, arroz, etc. Cuando aplicamos un proceso sobre estos alimentos, como la cocción, fermentado, secado, o los combinamos con otros alimentos, estos se convierten en procesados. Ejemplo de esto son los panes, quesos, conservas, jugos y yogures. Tanto los alimentos naturales como los procesados han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad.
Los alimentos ultraprocesados, por otro lado, son elaborados industrialmente y se caracterizan por tener múltiples ingredientes, varios de ellos sintéticos, para ser elaborados en forma masiva, a un bajo costo y conservados por más tiempo. En muchos casos, son presentados en envases llamativos y vendidos de tal forma que se puedan comer en cualquier parte y sin necesidad de cocción. Esto favorece que su consumo sea impulsivo y en cantidades mayores a lo recomendado, lo que se traduce en una mayor ingesta de calorías y aumenta el riesgo de padecer obesidad.
Las estadísticas
En el año 2015, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) presentó un informe señalando que las ventas de productos ultraprocesados de alimentos y bebidas aumentaron en un 48% en América Latina entre los años 2000 y 2013, en comparación con el 2,3% de América del Norte. Esto es epecialmente preocupante ya que ha venido acompañado del aumento del sobrepeso y obesidad en la región. Según el último informe del Ministerio de Salud Pública del año 2019, en el Uruguay el 65% de las personas adultas y casi el 40% de los niños tienen sobrepeso u obesidad.
Por ese motivo, recomendamos optar preferentemente por comidas caseras, elaboradas con productos naturales o menos procesados. El procesamiento no necesariamente implica que el alimento deje de ser saludable, pero muchos de los productos ultraprocesados presentan cantidades excesivas de azúcar, calorías, sal o grasas trans. Si vas a comprar productos envasados, es buena idea revisar la etiqueta y elegir aquellos con el menor contenido posible de estos compuestos.
Referencias
Fuentes: OPS/OMS, MSP
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