¿Qué es el sueño?
El sueño es mucho más que solo descansar. Es un complejo proceso biológico que le ayuda a procesar información nueva y mantenerse saludable. Durante el sueño, su cerebro pasa por distintas etapas que progresan cíclicamente a lo largo de la noche. Cada etapa cumple una función fisiológica diferente, algunas están más relacionadas con el descanso mientras que otras están vinculadas con el aprendizaje y los recuerdos. Durante el sueño también se liberan hormonas, como la hormona del crecimiento, que ayuda a los niños a crecer y también aumenta la masa muscular y la reparación de células y tejidos en adultos; y las citoquinas, que son hormonas que ayudan al sistema inmunitario a combatir varias infecciones.
¿Cuántas horas de sueño son necesarias?
Las horas de sueño recomendadas dependen de muchos factores, como su edad, estilo de vida y estado de salud. Pero en general, los adultos necesitan entre 7 y 8 horas de sueño cada noche. Los recién nacidos entre 16 y 18 horas al día, y los preescolares entre 11 y 12 horas al día. Los niños en edad escolar necesitan por lo menos 10 horas de sueño, y los adolescenes entre 9 y 10 horas.
Existe la creencia de que los adultos mayores necesitan dormir menos a medida que envejecen, pero no hay evidencia científica que lo demuestre. Sin embargo, es real que las personas mayores tienden a dormir menos horas y a despertarse más fácilmente.
Las personas que duermen menos horas, o lo hacen de manera interrumpida, pueden no pasar suficiente tiempo en las diferentes etapas del sueño. Esto afecta de manera negativa a la calidad del sueño.
¿Qué pasa cuando no tenemos un sueño de calidad?
Dormir es importante para la salud en general. Cuando no duerme lo suficiente puede sentirse cansado y afectar su rendimiento, incluyendo su capacidad de pensar con claridad, reaccionar rápidamente y formar recuerdos. Esto puede llevarlo a tomar malas decisiones y asumir situaciones de riesgo. Reducir tan solo 1 hora de sueño puede hacer que sea difícil concentrarse al día siguiente y que su tiempo de respuesta en general sea más lento.
La falta de sueño afecta también al estado de ánimo y a la salud mental. Está comprobado que las personas con falta de sueño crónica tienen más probabilidades de sufrir ansiedad y depresión.
No dormir lo suficiente puede afectar la liberación de las hormonas que lo ayudan a crear masa muscular, combatir infecciones y reparar células. Esto se vincula, además, con problemas de salud como presión arterial alta, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, enfermedades del riñón, obesidad y diabetes tipo 2.
Asimismo, el dormir poco está vinculado a los accidentes automovilísticos. Al igual que el alcohol, la falta de sueño dificulta la reacción rápida ante un auto que haya frenado repentinamente, una curva cerrada en la carretera u otras situaciones potencialmente peligrosas. Para evitar este tipo de situaciones, se recomienda manejar descansado, no conducir solo, planificar descansos durante los viajes largos y no confiar en la cafeina como sustituto del sueño.
¿Cómo hacer para dormir mejor?
En primer lugar, asegúrese de que tenga suficiente tiempo para dormir, recomendamos para esto irse a la cama y levantarse a la misma hora todos los días. Asimismo, sugerimos:
Consulte a un médico si constantemente tiene problemas para dormir, se siente cansado durante el día aunque haya dormido suficientes horas. En algunos casos, esto puede relacionarse con un trastorno del sueño, como insomnio o apnea del sueño. Estos trastornos del sueño pueden afectar su salud, seguridad y bienestar, pero también pueden ser tratados. Su médico de cabecera o un especialista en trastornos del sueño podrán ayudarlo.
Fuentes
Medline Plus
National Heart, Lung, and Blood Institute