Mantener nuestro cerebro activo ayuda a desarrollar nuevas interconexiones entre las neuronas, lo cual permite fortalecer nuestra memoria, desarrollar el prensamiento crítico e incluso reducir el riesgo de demencia.
Existen múltiples formas de ejercitar nuestro cerebro, pero algunas de las más populares son la resolución de problemas, aprender nuevas habilidades o aprender un nuevo idioma. El ejercicio físico también es fundamental, ya que estimula el flujo de sangre al cerebro, suministrando oxígeno y nutrientes esenciales que ayudan a mantener nuestro cerebro sano.